Experto en reestructuraciones empresariales y operaciones societarias: una profesión con futuro
Reestructuración. Cuántos miles de personas han oído esta palabra cuando han perdido su trabajo. El sector bancario últimamente es uno de los más afectados, pero no es el único sector que se ve, o ha visto, fuertemente afectado por una reestructuración.
Costosas reestructuraciones empresariales afectan periódicamente a determinados sectores productivos de nuestro país; ahora se habla de la banca, pero el sector de la construcción ha sido uno de los que más ha sufrido en sus carnes la crisis, obligando a muchas empresas a reestructurarse reduciendo sus plantillas, fusionarse para aumentar su competitividad, o a asociarse en proyectos en el extranjero buscando encontrar en el exterior una rentabilidad imposible hoy por hoy en España.
La minería y el nava, son otros dos sectores que permanecen en nuestra retina como ejemplo de reestructuración; para este último, el 4 de diciembre de 2015, se aprueba la Orden IET/2679/2015, por la que se aprueban las normas de aplicación del Fondo de Reestructuración del Sector de Construcción Naval para ayudas a la investigación, desarrollo e innovación.
¿Por qué se reestructuran las empresas?
La demanda es uno de los principales factores que provocan las reestructuraciones, ya que cuando las empresas crecen al amparo de una fuerte demanda de sus productos y servicios, su estructura suele incrementarse para satisfacer esta demanda, estructura esta que no es sostenible cuando la demanda de sus productos o servicios empieza a reducirse.
Las reestructuraciones empresariales permiten adecuar la estructura organizativa a la demanda, buscando hacer líquidos activos fijos, flexibilizar la estructura y minimizar los recursos humanos a los estrictamente necesarios para mantener la actividad productiva.
En un contexto de crisis económica, las reestructuraciones empresariales constituyen una vía para resolver la situación y garantizar la supervivencia de la empresa, evitando la quiebra o el concurso de acreedores, aunque más de una empresa se ha reestructurado después de verse abocada al concurso de acreedores.
Destacar que el artículo 100 de la Ley 22/2003, Concursal contempla la posibilidad de adoptar una modificación estructural como solución del concurso y, también, la conversión de los créditos en acciones o participaciones sociales, aunque en la práctica resulta sumamente complejo abordar una reestructuración empresarial de una empresa en concurso, a no ser que por la importancia de la sociedad reciba el apoyo de los acreedores.
Otra causa de importantes reestructuraciones es la obsolescencia tecnológica, ya que los avances tecnológicos pueden hacer que una empresa pase de ser un referente en el sector, a desaparecer colapsada por otras empresas, que con nuevas innovaciones las barren del mercado.
Y, por último, la internacionalización de las empresas, en un mercado cada vez más globalizado, provoca reestructuraciones que van más allá de nuestras fronteras, en la búsqueda de unos mejores márgenes en algunos casos y en otros como única solución para sobrevivir. De todos es conocido cómo muchas empresas, en sectores como el textil, han tenido que trasladar la producción a países de mano de obra más barata, ya no solo para mejorar la rentabilidad sino para poder sobrevivir.
“Hay que unirse, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos”
J. Donoso Cortés (1809-1853)
¿Por qué formarse en reestructuraciones empresariales y operaciones societarias?
La crisis ha destruido muchos empleos, pero a los abogados, asesores y economistas especializados en reestructuraciones empresariales y operaciones societarias no les ha faltado trabajo, ya que concursos de acreedores, fusiones y escisiones han llenado sus agendas de trabajo durante los últimos años.
Pero, para poder desarrollar su labor, abogados, economistas y asesores fiscales deben conocer:
- Los aspectos mercantiles de las operaciones de reestructuración conforme a la Ley 3/2009, de 3 de abril, sobre Modificaciones Estructurales de las Sociedades de Capital: la transformación, fusión y escisión de sociedades.
- El tratamiento contable de las operaciones de reestructuración: fusiones y escisiones (entre sociedad dominante y sociedad dominada y entre sociedades de grupo), así como el tratamiento contable de las aportaciones de activos y de negocios.
- El tratamiento fiscal de las operaciones de reestructuración empresarial: transmisión y adquisición de elementos patrimoniales. Aportaciones no dinerarias. Disolución de sociedades. Separación de socios. Reducciones de capital y distribución de beneficios. Fusiones y escisiones. Canje de valores. Ajustes por operaciones vinculadas.
Todos estos temas se desgranan de una manera práctica en el Curso Monográfico sobre Reestructuraciones Empresariales y Operaciones Societarias, que se imparte en el CEF, sin duda una inversión para formarse en unas áreas de especial sensibilidad e importancia para las empresas.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Director Administrativo y Financiero (CFO)