7 cosas que te interesa conocer sobre la profesión de Inspector de Hacienda
El pago de impuestos no suele ser plato de buen gusto, sobre todo si la factura fiscal es abultada, sin embargo, los impuestos redistribuyen la riqueza y satisfacen necesidades colectivas como la sanidad, la educación, las infraestructuras, etc.
Las diferentes Administraciones públicas (Estado, comunidades autónomas y municipios) necesitan de los impuestos para satisfacer estas necesidades y proveer a los ciudadanos de los bienes y servicios que necesitan, siendo clave la figura del inspector de Hacienda como garante de que los ciudadanos y empresas cumplen con sus obligaciones tributarias.
Fraude, evasión y elusión fiscal son diferentes formas de intentar pagar menos impuestos y es que no son pocos los contribuyentes que hacen lo que sea para intentar disminuir su carga tributaria, bien sea ocultando ingresos, desviándolos a paraísos fiscales paraísos fiscales o deduciendo gastos no deducibles.
Aunque existe el tópico del inspector de Hacienda con traje oscuro, maletín negro y cara de pocos amigos, esta imagen está totalmente obsoleta ya que la digitalización de la Agencia Tributaria y la utilización del "big data" hacen que los inspectores detecten el fraude, en muchos casos, sin tener que visitar las empresas, pero si lo hacen, se pueden presentar acompañados de la policía y con una orden judicial.
Por tanto, ser inspector de Hacienda es mucho más que comprobar que los contribuyentes pagan sus correspondientes impuestos, de manera que hay otras actividades, incluso más enriquecedoras, como, por ejemplo:
- Participar en la elaboración legislativa, lo que supone un profundísimo conocimiento técnico de un impuesto.
- Contribuir a la redistribución de la riqueza.
- Colaborar con la justicia en entradas y registros de lugares donde puede haber pruebas de la comisión de los más variados delitos económicos.
- Analizar contabilidades y el sentido jurídico de los contratos, para garantizar una correcta tributación.
- Asistir a reuniones en sedes de organizaciones internacionales.
- Evaluar la entrada por la aduana de pedidos de elevado importe.
- Gestionar la administración
En relación con la profesión de inspector de Hacienda hay siete preguntas cuya respuesta nos puede interesar conocer.
¿Cuánto cobra un inspector de Hacienda?
El sueldo de un funcionario depende de su antigüedad y de los complementos retributivos que pueda tener, pero la remuneración bruta de un inspector de hacienda recién nombrado puede oscilar entre los 42.000 y 45.000 euros al año, entrando en la Administración con un nivel 26. Sin embargo, un inspector de Hacienda puede llegar a cobrar hasta 100.000 euros anuales, además de pasar a formar parte de la élite de la Agencia Tributaria.
¿Qué titulación y formación se necesita para ser inspector de hacienda?
Como requisito académico es indispensable ser graduado o licenciado universitario, ingeniero, arquitecto o equivalente. No obstante, si se realizan en concreto estudios en Administración y Dirección de Empresas o en Derecho, se tendrá una base más sólida de cara a preparar la oposición.
¿Dónde formarse para aprobar la oposición de inspector de Hacienda?
Es conveniente formarse en una academia de prestigio, que cuente con preparadores cualificados, en este sentido el CEF.- es una garantía en la preparación de las oposiciones para inspector de Hacienda, contando en todas las convocatorias que se realizan con un importante número de aprobados entre sus alumnos.
¿Se puede acreditar la formación realizada para la oposición de inspector de Hacienda?
Un valor añadido que ofrece la formación del CEF.- es la posibilidad de obtener, simultáneamente a la preparación de la oposición, el título de Máster Profesional en Tributación, Finanzas y Contabilidad, ya que la preparación en el CEF.- proporciona al opositor conocimientos muy profundos y específicos para afrontar las pruebas de los ejercicios exigidos para obtener el título de este Máster. Estos conocimientos son válidos también para el desarrollo de tareas relacionadas con la contabilidad, las finanzas y los impuestos en la empresa privada.
Con este título el CEF.- pretende que el alumno tenga un reconocimiento al trabajo que realiza en la preparación de la oposición y que, en caso necesario, pueda acreditar la formación adquirida, tanto en las Administraciones públicas como en la empresa privada.
¿Se puede acceder a ser inspector de Hacienda por promoción interna?
Existen dos sistemas de acceso al Cuerpo de Inspectores de Hacienda: turno libre y promoción interna. Para acceder por promoción interna se requiere pertenecer al Cuerpo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Hacienda y Administraciones Públicas) y tener una antigüedad mínima de 2 años
¿Cuál es el destino de un inspector de Hacienda y cuáles son sus principales funciones?
El Cuerpo de Inspectores de Hacienda es uno de los cuerpos directivos dentro del Ministerio de Hacienda y su destino se encuentra en los servicios centrales y territoriales.
Este cuerpo de funcionarios queda adscrito a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), siendo funciones propias de este colectivo la inspección tributaria y financiera, tanto a nivel individual como empresarial.
Entre otras funciones, en los servicios centrales desempeñan funciones de asesoría, coordinación de áreas, ejercen de vocales en los tribunales económico-administrativos, pueden ser subdirectores generales, directores generales, delegados de la AEAT, etc.
En los servicios territoriales, el inspector de Hacienda comienza su actividad en una unidad de Inspección en calidad de actuario y en su desarrollo profesional pasará a ocupar las jefaturas de Dependencia, administrador jefe de una administración de la AEAT, etc.
¿Qué materias es necesario dominar para ser inspector de Hacienda?
Las oposiciones al Cuerpo de Inspectores de Hacienda se dividen en varios ejercicios, siendo necesario un gran conocimiento en diferentes áreas.
En lo relativo al derecho, se deben dominar temas de derecho civil, mercantil, constitucional, financiero y tributario.
Además, también hay que dominar diferentes temas de economía general, economía de la empresa, contabilidad, matemáticas financieras, Hacienda pública y del sistema financiero español.
También es necesario el conocimiento elevado de un idioma, bien sea inglés, francés o alemán, a elección del opositor.
Un testimonio en primera persona
El inspector de Hacienda y colaborador del CEF.- Pablo Benítez Clerie nos ha brindado su experiencia en la AEAT y, según él, siempre queda mucho por aprender, y aunque ya le va quedando atrás esa mezcla de desconcierto y satisfacción de verse en la lista de aprobados de la oposición, son muchas las alegrías que le da esta profesión. Los cimientos de todas esas satisfacciones se pusieron con cada hora de estudio y con cada minuto frente a su preparador.
Para Pablo Benítez, su profesión es apasionante, siendo las anécdotas más curiosas para un inspector de Hacienda las que se pueden encontrar en las aduanas, donde la mercancía que examinan para su entrada es de lo más variopinta, y donde deben colaborar estrechamente con otros miembros de la Administración pública, como autoridades sanitarias, del Ministerio de Oposiciones 7.- Industria o del de Agricultura, y por supuesto con la Guardia Civil. Especies animales exóticas, mercancías peligrosas, posibles falsificaciones… eso es el día a día en las aduanas, donde además de derecho tributario y aduanero, se adquieren conocimientos que nunca se hubiesen imaginado.
Y más allá del testimonio del señor Benítez, siempre son llamativas otras actuaciones interesantes que se han podido leer en la prensa, como son las del registro de las dos sedes de Google en Madrid o la macrooperación realizada por 500 empleados de la Agencia Tributaria en donde se registraron 87 pubs y discotecas de toda España.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Colaborador del CEF.-