7 razones por la que contratar a un asesor fiscal para que te ayude con tu declaración de la renta
Aunque el plazo para presentar el IRPF no finaliza hasta el 30 de junio, ya son muchos los contribuyentes que han presentado su declaración. En muchos casos, las prisas por presentar cuanto antes esta declaración son debidas a que el resultado de la declaración es a devolver.
Las facilidades que otorga la Agencia Tributaria para validar y presentar la declaración traen consigo que muchos contribuyentes se apresuren a presentarla y pierdan dinero, al no realizar una revisión en profundidad de su declaración de la renta.
Aunque cada vez son menos los datos fiscales que se le escapan a Hacienda, hay determinadas deducciones que debe incluir el contribuyente de forma manual, ya que no se reflejan en RentaWEB.
Entre estas deducciones, la aplicación de la Agencia Tributaria siempre avisa de que se revise si se tiene derecho a deducciones autonómicas.
Contar con la ayuda de un asesor fiscal puede ser una excelente opción para garantizar que se aprovechan todos los beneficios fiscales que el contribuyente puede incluir en su declaración y para evitar errores, que pueden salir muy caros.
Entre las razones por las que se debería considerar contratar a un asesor fiscal para hacer la declaración de la renta, podemos destacar las siguientes:
- Ahorro de tiempo y estrés: La cumplimentación de determinadas declaraciones de la renta puede ser un proceso largo, complejo y estresante, especialmente si no se está familiarizado con las leyes fiscales y con la aplicación RentaWEB que facilita Hacienda para realizar la declaración. Contratar a un asesor fiscal nos permitirá disponer de tiempo libre para otras cosas y nos liberará del estrés que supone tener que abordar la presentación del IRPF. Además, el asesor fiscal cumplimentará la declaración mucho más rápido al estar familiarizado con la presentación de todo tipo de impuestos.
- Conocimientos especializados: Los asesores fiscales están altamente capacitados y cuentan con una sólida formación que les proporciona un amplio conocimiento de las leyes fiscales, lo que les permite brindar asesoramiento especializado sobre cómo reducir la carga fiscal del IRPF. Sus conocimientos y consejos pueden ayudar a reducir el pago de impuestos o conseguir una mayor devolución en esta figura fiscal.
- Revisión de los datos fiscales y de la documentación que sirve de soporte para presentar la declaración: El asesor revisará que los datos fiscales que facilita Hacienda son correctos y analizará y comprobará toda la documentación que sirve de soporte para presentar la declaración. Esto es especialmente importante en las declaraciones de la renta de los trabajadores autónomos que presentan el IRPF.
- Evita errores costosos: Los errores en las declaraciones de impuestos pueden ser costosos y pueden acarrear multas, recargos e intereses de demora. Un asesor fiscal puede ayudar a evitar errores y garantizar que la declaración del IRPF se ha cumplimentado según lo establecido en la normativa tributaria para este impuesto.
- Planificación fiscal a largo plazo: Los asesores fiscales no solo se ocupan de la presentación de la declaración del IRPF de este año, sino que también pueden brindar asesoramiento sobre la planificación fiscal a largo plazo de este impuesto. Es decir, a partir del resultado de esta declaración, pueden planificar la del próximo año para aumentar las devoluciones o reducir el pago de impuestos.
- Representación en caso de una inspección: En el caso de que Hacienda inspeccione la declaración del IRPF, puede ejercer de representante y defender los intereses del contribuyente frente a la Agencia Tributaria. Esto puede ser especialmente útil si no se está familiarizado con las leyes fiscales y con el procedimiento de una inspección.
- No es un coste, es una inversión: Los honorarios que puede cobrar un asesor fiscal, más que un coste, constituyen una inversión. Esto es así, ya que los ahorros que consiguen a sus clientes superan, en la mayoría de los casos, el coste del servicio que prestan.
En resumen, contratar a un asesor fiscal puede ahorrar tiempo y reducir el estrés, aportar conocimientos especializados, evitar errores costosos, ayudar a planificar la próxima declaración de la renta y representar al contribuyente ante una inspección.
Un buen asesor fiscal facilitará al contribuyente por el IRPF la asistencia necesaria para presentar con éxito su declaración, libre de errores y optimizando su liquidación tributaria.
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José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Colaborador del CEF.-