¿Puede ser asesor fiscal un abogado?
Un asesor fiscal es un profesional que se encarga de gestionar el cumplimiento de las obligaciones tributarias de empresas y personas físicas, siendo imprescindible para el buen ejercicio de la profesión tener unos sólidos conocimientos de los procedimientos tributarios y de las principales figuras impositivas de nuestro país.
Sin embargo, para ser asesor fiscal no es necesario tener ningún título, lo cual resulta un poco extravagante, debido a la enorme responsabilidad que este tiene. Si una empresa elige un mal asesor fiscal, puede incluso su administrador acabar en la cárcel por delito fiscal, por no hablar de las importantes multas y recargos de la Agencia Tributarias que se pueden imponer a los contribuyentes que no cumplan correctamente con sus obligaciones tributarias.
No obstante, que no sea una obligación tener una titulación, no implica que no sea un deber, tanto del que asesora, como de exigirlo el que recibe el asesoramiento, siendo lo normal que los títulos de los asesores cuelguen de las paredes de los despachos, para transmitir confianza a los clientes, al igual que cuelgan los de los médicos cuando vamos a sus consultas.
¿Qué estudios son necesarios para ser asesor fiscal?
Si bien existen grandes asesores que han cursado otro tipo de carreras, pero que han realizado un máster de especialización, lo más frecuente es que los asesores fiscales tengan los siguientes estudios:
- Título de grado en Derecho, Ciencias Económicas, Empresariales, Dirección y Administración de Empresas o equivalente.
- Un Máster Universitario en Tributación/Asesoría Fiscal o equivalente, que permite adquirir los conocimientos teórico-prácticos necesarios para desarrollar la labor de asesor.
Tres ventajas competitivas de un abogado de cara a la asesoría fiscal
Si bien la práctica de las figuras impositivas se desarrolla más extensamente en las titulaciones de Económicas, Empresariales y Administración de Empresas, un abogado que curse un Máster en Tributación y Asesoría Fiscal tiene una serie de ventajas:
- Los abogados están más familiarizados con la legislación y por lo tanto siempre la tendrán más presente en todas sus actuaciones.
- En caso de un litigio con la Agencia Tributaria, el propio abogado que realiza la asesoría fiscal nos puede representar frente a la Administración tributaria.
- Por el profundo conocimiento de la legislación vigente, tienen más facilidad en la redacción de recursos.
¿Qué necesita saber un abogado para ejercer como asesor fiscal?
Un abogado necesita adquirir los conocimientos, así como las competencias generales y específicas que le permitan desarrollar de manera profesional la labor de asesoría fiscal; para ello debe adquirir conocimientos en los siguientes ámbitos:
Procedimientos tributarios y defensa del contribuyente, con el objeto de conocer las normas que regulan las relaciones jurídicas entre el ciudadano, las empresas y la Administración fiscal. En particular se deben conocer:
- Las obligaciones y derechos de los obligados tributarios, así como las facultades de la Administración, en los procedimientos de gestión, inspección, recaudación y sancionador.
- Los medios de defensa que el ordenamiento jurídico pone a disposición del obligado tributario, para enfrentarse a las actuaciones anómalas de la Administración tributaria.
- Todo lo necesario para realizar una correcta planificación de la revisión de los actos en vía administrativa.
- Las actuaciones a realizar ante la Administración, en los supuesto de delito fiscal.
Tributación directa: Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), Impuesto sobre Sociedades e Impuesto sobre la Renta de los no Residentes.
Tributación indirecta: Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), Aduanas e Impuestos Especiales.
Tributación cedida a las comunidades autónomas: Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados e Impuesto sobre el Patrimonio.
Tributación local: Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU), Impuesto sobre el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), Impuesto sobre Gastos Suntuarios (IMGS), Tasas, Contribuciones Especiales y Precios Públicos.
Todos estos conocimientos se pueden adquirir en el Doble Máster en Práctica de la Abogacía y Tributación/Asesoría Fiscal que se imparte en el CEF, reconocido como uno de los Mejores Másteres de España en su categoría según el ranking El Mundo-Expansión por tercer año consecutivo. Además de los conocimientos que capacitan para ejercer como asesor fiscal, se adquieren los conocimientos especializados que permiten a un abogado desenvolverse en la complejidad del mundo de las relaciones jurídicas y prestar un servicio profesional de calidad.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Director Administrativo y Financiero (CFO)