La Comisión Europea entabla un debate acerca de la transición gradual hacia un proceso decisorio más eficiente y democrático en materia de política fiscal de la UE
Se sugiere un plan de transición progresiva y específica hacia el sistema de votación por mayoría cualificada con arreglo al procedimiento legislativo ordinario en determinados ámbitos de la política de fiscalidad común de la UE, como ya es el caso para la mayoría de las demás políticas de la UE. Los Tratados de la UE prevén esta posibilidad.
Gracias a la votación por mayoría cualificada, los Estados miembros podrían alcanzar compromisos más rápidos, eficaces y democráticos en materia fiscal, aprovechando todo el potencial de este ámbito. Asimismo, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario, las decisiones en materia de fiscalidad se beneficiarían de aportaciones concretas del Parlamento Europeo, con una mejor representación de las opiniones de los ciudadanos y una mayor rendición de cuentas.
La Comisión no propone ninguna modificación de las competencias de la UE en el ámbito de la fiscalidad ni de los derechos de los Estados miembros a fijar los tipos del impuesto sobre la renta o sobre sociedades como consideren oportuno. En cambio, el objetivo es permitirles ejercer su soberanía, ya mancomunada, de forma más eficiente para poder hacer frente a los retos comunes con mayor rapidez.
El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, que en su reciente discruso sobre el estado de la Unión había defendido el recurso al voto por mayoría cualificada en materia fiscal, ha declarado: «Nuestras economías cada vez más globalizadas necesitan unos sistemas fiscales modernos y ambiciosos. Estoy totalmente a favor de recurrir a la votación por mayoría cualificada y de una voz más firme para el Parlamento Europeo a la hora de decidir el futuro común de la fiscalidad en nuestra Unión».
El comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Fiscalidad y Aduanas, Pierre Moscovici, ha declarado: «La UE ha intervenido en la política fiscal desde los orígenes de la Comunidad, hace seis décadas. Sin embargo, si la unanimidad en este ámbito tenía sentido en la década de 1950, con seis Estados miembros, ya no lo tiene en la actualidad. La regla de la unanimidad en materia fiscal parece cada vez más políticamente anacrónica, jurídicamente problemática y económicamente contraproducente . Soy plenamente consciente de lo delicado del tema, pero esto no puede significar que el debate esté descartado. Así pues, entablémoslo hoy».
La regla de la unanimidad ha supuesto que algunas de las propuestas clave para el crecimiento, la competitividad y la equidad fiscal en el mercado único hayan estado bloqueadas durante años. Al mismo tiempo, el Parlamento Europeo elegido democráticamente solo ha desempeñado hasta ahora un papel consultivo en el proceso de toma de decisiones.
En un momento en que el futuro de la fiscalidad se ha convertido en una cuestión candente para la comunidad internacional, el acuerdo sobre el planteamiento esbozado facilitaría una nueva dinámica y revitalizaría la toma de decisiones en este ámbito. Abordar las dificultades inherentes al marco actual consolidaría la reputación de la UE como líder mundial a la hora de encontrar soluciones realistas a los retos de la política fiscal en el siglo XXI.
En la Comunicación presentada hoy, la Comisión pide que los líderes de la UE, el Parlamento Europeo y otras partes interesadas estudien la posibilidad de avanzar gradualmente en cuatro etapas hacia una toma de decisiones por mayoría cualificada como sigue:
- En la etapa 1, los Estados miembros deberían acordar el recurso a la toma de decisiones por mayoría cualificada cuando se trate de medidas que mejoren la cooperación y la asistencia mutua entre los Estados miembros en la lucha contra el fraude y la evasión fiscales, así como de iniciativas administrativas destinadas a las empresas de la UE, por ejemplo, la armonización de las obligaciones de notificación. Estas medidas suelen ser bien acogidas por todos los Estados miembros, pero tienden a ser bloqueadas por motivos ajenos a las cuestiones de que se trata.
- En la misma línea, la etapa 2 introduciría la mayoría cualificada como una herramienta útil para avanzar en aquellas medidas en las que la fiscalidad apoye otros objetivos políticos, tales como la lucha contra el cambio climático, la protección del medio ambiente o la mejora de la salud pública.
La Comunicación presentada hoy sugiere que los Estados miembros decidan rápidamente alcanzar una decisión común para acometer las etapas 1 y 2.
- El uso de la mayoría cualificada en la etapa 3 ayudaría a modernizar las normas de la UE ya armonizadas, tales como las relativas al IVA y los impuestos especiales. Una toma de decisiones más rápida por parte de la UE en estos ámbitos permitiría a los Estados miembros mantener el ritmo de los últimos avances tecnológicos y de los cambios en el mercado en beneficio tanto de los países como de las empresas de la UE.
- La etapa 4 permitiría recurrir a la mayoría cualificada en grandes proyectos fiscales, como la base imponible consolidad común del impuesto sobre sociedades (BICCIS) y un nuevo sistema de fiscalidad de la economía digital, que urgen para garantizar una fiscalidad justa y competitiva en la UE. En particular, la BICCIS sigue avanzando muy lentamente a consecuencia de la exigencia de unanimidad.
La Comunicación de hoy sugiere que los Estados miembros se planteen desarrollar las etapas 3 y 4 para finales de 2025.
La actuación en los ámbitos mencionados sería posible en virtud de la denominada "cláusula paralela" (art. 48.7 del TUE) de los Tratados de la UE, que permite recurrir a la votación por mayoría cualificada y al procedimiento legislativo ordinario en determinadas circunstancias. No es necesario modificar el Tratado de la UE.
Próximas etapas
La Comisión insta ahora a los Estados miembros de la UE, al Parlamento Europeo y a todas las partes interesadas a participar de forma constructiva en un debate sobre la votación por mayoría cualificada en materia de política fiscal de la UE y a definir un planteamiento oportuno y pragmático para su aplicación.
En particular, se insta a los líderes de la UE a aprobar la hoja de ruta presentada hoy y a tomar oportunamente decisiones sobre el recurso a las disposiciones legales pertinentes establecidas en los Tratados.
Fuente: Comisión Europea (16/01/2019)