El Consejo ha adoptado unas Conclusiones acerca del marco sobre la imposición de los productos energéticos de la UE.
Dichas Conclusiones son una respuesta directa al llamamiento del Consejo de impulsar los trabajos sobre las condiciones, los incentivos y el marco facilitador con que garantizar una transición hacia una Unión Europea climáticamente neutra, de conformidad con el Acuerdo de París. El objetivo es contribuir a los objetivos estratégicos y a las medidas para alcanzar las metas ambientales, energéticas y climáticas para 2030 y, al mismo tiempo, preservar la competitividad europea, garantizar unas normas justas y socialmente equilibradas y respetar el derecho de los Estados miembros a decidir su propia combinación energética.
La Directiva sobre fiscalidad de la energía, adoptada en 2003, identifica productos energéticos sujetos a normas armonizadas para impuestos especiales, establece unos niveles mínimos de imposición y fija las condiciones para aplicar exenciones fiscales y reducciones impositivas, garantizando así el buen funcionamiento del mercado interior. Si bien la Directiva tuvo en un principio un efecto positivo en el mercado interior, las normas actuales no contribuyen al nuevo marco normativo ni a los objetivos estratégicos de la UE en el ámbito del clima y la energía. Por otra parte, la tecnología, los tipos impositivos nacionales y los mercados de la energía han evolucionado de forma considerable en los últimos 15 años.